Reseña

Consuelo Guzmán Rodríguez es una educadora diferencial, proveniente de la ciudad de Rancagua en la sexta región. Lleva radicada en Castro hace más de 15 años ejerciendo su carrera en distintos establecimientos educacionales.

Desde hace algún tiempo, más bien, en los tiempos más oscuros e ingratos de la pandemia, donde se hacía urgente liberar el alma reprimida, descubrió que tenía “dedos para el piano”, claro que en este caso específico diríamos: “manos para el dibujo y la pintura”.

Su técnica de pintar con vino la ha llevado a ansiar dibujar y pintar cada uno de los rostros y paisajes que se cruzan en su camino, los cuales son su inspiración a diario mientras camina y recorre la ciudad y sus alrededores, sin embargo, tiene al mundo entero a su disposición para retratarlo, no hay restricciones para pintar a su antojo.  Esta “deliciosa” técnica la plasma con cada gota de vino que cae sobre las láminas que finalmente se transformarán en una obra cálida y brillante cargada de infinito cariño y pasión.

Hoy, pintar con vino se ha convertido en su obsesión. Lo que partió como una locura más, felizmente, ya no tendrá un final.

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